Nuestra alcazaba tiene cinco puertas principales y varios portillos de menor entidad. Vamos a conocer un poco la historia de cada una. Haremos un recorrido empezando por el norte y siguiendo el movimiento de las agujas del reloj.
Puerta de la Coracha. También conocida como del Río o de la Traición. Parece que es de origen almohade construida con motivo de la ampliación de la Alcazaba en el siglo XII y de acceso directo. Toma su nombre de la coracha que fue construida por los Almohades para asegurarse el abastecimiento de agua. En el lado interno de la puerta se puede observar un fuste de columna, hecho de granito, probablemente de época visigoda.
Puerta del Metido. Fue descubierta en el año 2011. Estuvo oculta por el refuerzo de la alcazaba realizado en el S. XVIII mediante el relleno interior de su muralla y la construcción de un polvorín para dar servicio a las baterías asentadas en el interior de la alcazaba, al que se accedía a través de un túnel. Todo esto hizo que la puerta quedara sepultada y olvidada.
Puerta del Alpéndiz. La Puerta del Alpéndiz, es de origen almohade y está protegida por una torre con un patio. Está diseñada para que el acceso se efectuase mediante un giro de 90º hacia la izquierda. El diseño acodado dificultaba el acceso a los posibles invasores y al tiempo facilita la defensa de la misma. También permaneció semienterrada y olvidada hasta que las excavaciones de Cánovas Pesini en los años 30 del siglo XX, la sacaron a la luz.
Puerta del Capitel. Recibe su nombre de un capitel romano que tiene empotrado sobre el arco de entrada. La puerta actual es el resultado de un largo proceso de sucesivas modificaciones. En el año 1548 se añadió una portada de acceso a la Puerta del Capitel. El arco está coronado por un frontón, bajo el cual figura la inscripción "Civitas Pacensis".
Puerta de Yelbes. Debe su denominación al antiguo nombre de la ciudad portuguesa de Elvas, desde la que se accedía. La puerta es el resultado de varias fases constructivas y como las anteriores tuvo varias reformas. Como las demás su acceso recto es transformado en recodo. En la guerra de Restauración de Portugal fue cerrada y posteriormente se abrió junto a ella la puerta de Carros, para poder pasar las artillerías de entonces. Una voladura para ampliar la puerta de Carros la sepultó y fue redescubierta por Cánovas Pesini en los años 30 y reconstruida por José Menéndez Pidal en los años 70 del siglo pasado.
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